HONGOS EN LA PIEL “Pie de atleta”
DE DONDE VIENEN Y CÓMO LLEGAN
Nosotros no los vemos, pero los hongos se encuentran en el medio ambiente en el que vivimos. Hay unas 100.000 especies de estos organismos vegetales sin clorofila, aunque solo 100 son patógenos o perjudiciales para las personas. De tal modo que cuando entran en contacto con la piel, el cabello o las uñas, pueden adherirse fácilmente provocando una infección fúngica, también llamada micosis, que pueden diseminarse sino se aplica ningún tratamiento.
EL MANTO QUE NOS PROTEGE
Nuestra piel está envuelta por un manto ácido y graso, que forma una finísima película protectora en constante renovación, nos ayuda a protegernos de las infecciones por hongos. Pero existen factores que pueden romper el equilibrio natural de esa capa protectora, como la higiene personal exagerada o deficitaria. O el uso de cosméticos demasiado agresivos que debilitan la función de las glándulas cutáneas y hacen más fácil el desarrollo de una infección.
HUMEDAD... MEJOR EVITARLA
ZONAS DE RIESGO DE CONTAGIO
Los hongos encuentran en los ambientes húmedos condiciones especialmente favorables para su desarrollo. Los espacios interdigitales de los pies, los pliegues de las ingles y, con menos frecuencia, las axilas, son las partes de nuestro cuerpo más propensas a la infección.
¿CÓMO SE CONTAGIAN LOS HONGOS?
La piel de las personas esta en continua renovación. La última capa de la piel esta compuesta por unas escamitas muy finas de queratina que constantemente se pierden y se reparten invisiblemente por el suelo. En las personas ya infectadas, estas escamitas contienen esporas de hongos que pueden contagiarse fácilmente al entrar en contacto con la piel de otras personas. Sobre todo, en la zona que separa los dedos de los pies, la cual parece ser el lugar preferido por este tipo de invasión.
Por eso es muy importante tener la precaución en piscinas, saunas, duchas, gimnasios y zonas públicas donde entramos en contacto directo con la humedad.
DIAGNÓSTICO “PIE DE ATLETA”
Existen unos síntomas claramente reconocibles para diagnosticar la infección fúngica o micosis. Aunque no es una enfermedad grave, una vez detectada , hay que actuar con eficacia para evitar su propagación y las molestias que provocan.
COMO RECONOCER LA MICOSIS DEL PIE
Cuando la infección se manifiesta en el pie, hablamos de lo que comúnmente se conoce como “pie de atleta”.
Sus síntomas más frecuentes son:
- Enrojecimiento
- Picor
- Sensaciones de quemazón
- Grietas o descamación en la piel de entre los dedos de los pies.
- Ampollitas o pequeñas escamas en la planta.
- Cambio de olor de los pies, convirtiéndose muchas veces en un olor fétido y desagradable.
GUÍA PARA EL CUIDADO DEL PIE DIABÉTICO
La diabetes Mellitus es una enfermedad que consiste en la incapacidad de mantener los niveles de glucosa (“azúcar en sangre”). Se debe a un fracaso de la secreción o acción de la insulina, hormona producida por el páncreas.
Es muy importante que el diabético conozca su enfermedad y colabore en el control de su glucosa en sangre, ya que de lo contrario, pueden aparecer alteraciones en todo el organismo.
Los pies son una de las partes con mayor riego de sufrir complicaciones.
Esta es una guía elaborada por el Colegio de Podólogos de Aragón para aconsejar sobre el cuidado de los pies, y evitar problemas que con demasiada frecuencia terminan en amputación total o parcial de los mismos.
* El pie del diabético tiene peor circulación
* También tiene disminuida la sensibilidad
Por ello son considerados “pies de riesgo”, y precisan de cuidados especiales.
ESTOS SON ALGUNOS CONSEJOS:
1.-Mantenga una buena compensación del nivel de glucosa en sangre.
Pregunte a su médico o enfermera.
2.- Correcta higiene:
- Lave diariamente los pies con jabón suave y agua templada (compruebe la temperatura con la mano). Los baños deben ser breves (no más de 5 minutos) para evitar que la piel se reblandezca.
- Séquelos cuidadosamente, sin frotar, y especialmente entre los dedos.
- Las uñas deben ser cortadas con borde recto, 1 ó 2 mm. Más largas que el dedo, mejor después del baño, y si es posible, es mejor limar que cortar. Use tijeras de punta redondeada. Si las uñas están engrosadas debe acudir al podólogo para que las corte.
- Mantenga la piel hidratada aplicando una crema, pero no entre los dedos.
- Evite el exceso de transpiración. Pregunte a su médico o podólogo.
- No utilice instrumentos cortantes o punzantes para eliminar durezas, ni productos agresivos como los callicidas.
- No camine descalzo
3.-Calzado adecuado:
- Cómodos, desde el primer momento. Lleve los zapatos nuevos 1 ó 2 horas al principio y revise si aparece alguna rozadura.
- Son preferibles los que tienen cordones o velcro, porque pueden ensancharse si el pie se hincha. Nunca comprimirán los dedos, y el tacón tiene que ser bajo.
- Estarán confeccionados con ma4eriales nobles.
- No use zapatos sin medias o calcetines. Estos serán de tejidos naturales como el algodón, el lino o la lana, sin costuras. No deben comprimir la pierna o el tobillo. No use ligas. Cambie los calcetines diariamente.
- El zapato debe proteger al pie, sobre todo los dedos. No use sandalias con tiras entre los dedos, o que dejen a éstos demasiado desprotegidos.
- Examine cada día el zapato por dentro antes de colocarlo por si hay algún objeto o costura que pueda hacer daño y que su pie puede no sentir.
4.- Vigilancia constante:
- No se exponga a calor o frío excesivos.
- Examine cuidadosamente los pies cada día en busca de heridas, rozaduras o cambios de coloración. Si su visión está disminuida, pida a un familiar que lo haga. Si encuentra cualquiera de estos signos, no los trate por su cuenta. Use un antiséptico suave e incoloro, cubra la zona con una gasa estéril, y acuda al médico o al podólogo.
Asegúrese de informar a su podólogo de que tiene diabetes.
Acuda al Podólogo ante la mínima duda, y al menos una vez al año.